jueves, 7 de julio de 2011

LA LEYENDA DEL DILUVIO

En nuestra tierra sucedió lo que les voy a contar: Había llovido mucho en aquel años y continuaba lloviendo desde la mañana hasta la noche, sin que un rayo de sol ni de luna  iluminara los campos.
Las lindas estrellas se habían ocultado para siempre, y los pájaros escondidos en sus nidos piaban tristemente, cubriendo con sus alitas empapadas a los pajaritos bebés; así, las madres cuidan de sus hijos de frío.
Lloraban las madres y se aterrorizaban los jiños porque veían caer el cielo torrentes de agua en forma de grandes culebras que azotaban los campos, destruían los sembrados. Así estaba el país de antepasados en los días del diluvio.
¿Por qué el cielo se mostraba tan severo con los hombres? !Ah! porque habían faltado a su deber, no eran trabajadores, ni adoraban a sus dioses, ni eran respetuosos con los otros hombres, sus hermanos. Entonces los hombres pensaron hacer algo para salvar a la familia.
Contruyeron una gran pirámide como montaña de ladrillo y cemento especial, que llamaron Tolan Cholatan, alta, hasta el cielo, para escapar de la inundación.
Ahí elevaron un altar a Tlaloc, el dios de las lluvias, y a Quetzalcóatl, el dios del viento; y subieron  a sus familias por las grandes escalinatas de piedra hasta llegar a la cumbre.... el dios de las aguas, compadecido de los hombres al ver su actividad y unión en el trabajo, hizo cesár el diluvio, y la aflicción del pueblo terminó.
Fin.

Qué es una leyenda?

Una leyenda es un relato de hechos humanos que se transmite de generación en generación y que se percibe tanto por el emisor como por el receptor, como parte de la historia. La leyenda posee cualidades que le dan cierta credibilidad, pero al ser transmitidas de boca en boca, se va modificando y mezclando con historias fantásticas. Parte de una leyenda es que es contada con la intención de hacer creer que es un acontecimiento verdadero, pero, en realidad, una leyenda se compone de hechos tradicionales y no históricos.

la leyenda de la azucena del bosque

"La Azucena del bosque"

Hace muchos, muchos años, había una región de la tierra donde el hombre aún no había llegado. Cierta vez pasó por allí I-Yará (dueño de las aguas) uno de los principales ayudantes de Tupá (dios bueno). Se sorprendió mucho al ver despoblado un lugar tan hermoso, y decidió llevar a Tupá un trozo de tierra de ese lugar. Con ella, amasándola y dándole forma humana, el dios bueno creó dos hombres destinados a poblar la región.

Como uno fuera blanco, lo llamó Morotí, y al otro Pitá, pues era de color rojizo.

Estos hombres necesitaban esposas para formar sus familias, y Tupá encargó a I-Yará que amasase dos mujeres.

Así lo hizo el Dueño de las aguas y al poco tiempo, felices y contentas, vivían las dos parejas en el bosque, gozando de las bellezas del lugar, alimentándose de raíces y de frutas y dando hijos que aumentaban la población de ese sitio, amándose todos y ayudándose unos a otros.

En esta forma hubieran continuado siempre, si un hecho casual no hubiese cambiado su modo de vivir.

Un día que se encontraba Pitá cortando frutos de tacú (algarrobo) apareció junto a una roca un animal que parecía querer atacarlo. Para defenderse, Pitá tomó una gran piedra y se la arrojó con fuerza, pero en lugar de alcanzarlo, la piedra dio contra la roca, y al chocar saltaron algunas chispas.

Este era un fenómeno desconocido hasta entonces y Pitá, al notar el hermoso efecto producido por el choque de las dos piedras volvió a repetir una y muchas veces la operación, hasta convencerse de que siempre se producían las mismas vistosas luces. En esta forma descubrió el fuego.

Cierta vez, Moroti para defenderse, tuvo que dar muerte a un pecarí (cerdo salvaje - jabalí) y como no acostumbraban comer carne, no supo qué hacer con él.

Al ver que Pitá había encendido un hermoso fuego, se le ocurrió arrojar en él al animal muerto. Al rato se desprendió de la carne un olor que a Morotí le pareció apetitoso, y la probó. No se había equivocado: el gusto era tan agradable como el olor. La dio a probar a Pitá, a las mujeres de ambos, y a todos les resultó muy sabrosa.

Desde ese día desdeñaron las raíces y las frutas a las qué habían sido tan afectos hasta entonces, y se dedicaron a cazar animales para comer.

La fuerza y la destreza de algunos de ellos, los obligaron a aguzar su inteligencia y se ingeniaron en la construcción de armas que les sirvieron para vencer a esos animales y para defenderse de los ataques de los otros. En esa forma inventaron el arco, la flecha y la lanza. Entre las dos familias nació una rivalidad que nadie hubiera creído posible hasta entonces: la cantidad de animales cazados, la mayor destreza demostrada en el manejo de las armas, la mejor puntería... todo fue motivo de envidia y discusión entre los hermanos.

Tan grande fue el rencor, tanto el odio que llegaron a sentir unos contra otros, que decidieron separarse, y Morotí, con su familia, se alejó del hermoso lugar donde vivieran unidos los hermanos, hasta que la codicia, mala consejera, se encargó de separarlos. Y eligió para vivir el otro extremo del bosque, donde ni siquiera llegaran noticias de Pitá y de su familia.

Tupá decidió entonces castigarlos. El los había creado hermanos para que, como tales, vivieran amándose y gozando de tranquilidad y bienestar; pero ellos no habían sabido corresponder a favor tan grande y debían sufrir las consecuencias.

El castigo serviría de ejemplo para todos los que en adelante olvidaran que Tupá los había puesto en el mundo para vivir en paz y para amarse los unos a los otros.

El día siguiente al de la separación amaneció tormentoso. Nubes negras se recortaban entre los árboles y el trueno hacía estremecer de rato en rato con su sordo rezongo. Los relámpagos cruzaban el cielo como víboras de fuego. Llovió copiosamente durante varios días. Todos vieron en esto un mal presagio.

Después de tres días vividos en continuo espanto, la tormenta pasó.

Cuando hubo aclarado, vieron bajar de un tacú (algarrobo) del bosque, un enano de enorme cabeza y larga barba blanca.

Era I-Yará que había tomado esa forma para cumplir un mandato d e Tupá.

Llamó a todas las tribus de las cercanías y las reunió en un claro del bosque. Allí les habló de esta manera:

Tupá, nuestro creador y amo, me envía. La cólera se ha apoderado de él al conocer la ingratitud de vosotros, hombres. Él los creó hermanos para que la paz y el amor guiaran vuestras vidas... pero la codicia pudo más que vuestros buenos sentimientos y os dejasteis llevar por la intriga y la envidia. Tupá me manda para que hagáis la paz entre vosotros: iPitá! iMoroti! ¡Abrazaos, Tupá lo manda!

Arrepentidos y avergonzados, los dos hermanos se confundieron en un abrazo, y tos que presenciaban la escena vieron que, poco a poco, iban perdiendo sus formas humanas y cada vez más unidos, se convertían en un tallo que crecía y crecía ...

Este tallo se convirtió en una planta que dio hermosas azucenas moradas. A medida que el tiempo transcurría, las flores iban perdiendo su color, aclarándose hasta llegar a ser blancas por completo. Eran Pitá (rojo) y Morotí (blanco) que, convertidos en flores, simbolizaban la unión y la paz entre los hermanos.

Ese arbusto, creado por Tupá para recordar a los hombres que deben vivir unidos por el amor fraternal, es la "AZUCENA DEL BOSQUE".

¿Que es un mito?

Un mito («relato», «cuento») es un relato tradicional que refiere acontecimientos prodigiosos, protagonizados por seres sobrenaturales o extraordinarios, tales como dioses, semidioses, héroes o monstruos.

Un mito  («relato», «cuento») es un relato tradicional que refiere acontecimientos prodigiosos, protagonizados por seres sobrenaturales o extraordinarios, tales como dioses, semidioses, héroes o monstruos.
El mito -del griego mitos: palabra, discurso público, historia-, fiel a su sentido original, significa todo relato referente a un hecho real perteneciente a los orígenes, y repetido en el culto o en la historia del mundo y del hombre. El hecho se hace presente en las palabras del narrador ya que, en otras palabras, "el mito es una historia de los tiempo primitivos, tenida por verdadera, que explica y fundamenta los fenómenos del medio ambiente, de la historia, de la sociedad y de la vida humana":

Ahora bien, el mito vive y revive su fuerza en la religión politeísta, que en sus ceremonias religiosas trae los acontecimientos pasados al presente en las palabras del que narra, del que canta los acontecimientos pasados como explicación de la realidad presente.

echo por grupo 2 (jorge)

Mitos

Hay varios Mitos que son algo fiticio (que no  es de verdad) generalmente son:

  • "dioses". ejemplos: Zeus,Poseidon,Ades entre otros...
  • Fantasmas. ejemplos: La llorona entre otros...
       



miércoles, 6 de julio de 2011

Leyenda

Existen varios tipos de leyendas como por ejemplo:
  • Manco Capac y Mama Ocllo.
  • Los Hermanos Ayar.
Entre otros pero estos son los más escuchados en el Perú ya que así se cree como se fundó el Cusco.

       Manco Capac y Mama Ocllo                                             Los hermanos Ayar